Ellas los invitaron a una fiesta de un cumpleaños. Les propusieron bailar con ellas y ellos accedieron encantados. Pensaron que así podrían luego contarlo y presumir en la universidad.
Llegaron a la Universidad y, a la hora del recreo, se juntaron con los demás. Sus compañeros no se creyeron nada, ya que el día de fin de curso, las invitaron y allí no se presentaron.
Pero ellos decidieron comportarse como dos monstruos simpáticos y buenas personas. En vez de desanimarse decidieron convertirse en el alma de la fiesta. Todos lo pasaron “chupi”, y consiguieron que otras chicas bailaran con ellos.
Pero llegó la hora de irse, aunque nadie quería que se fuesen. Y así durmieron todos felices.
"el rincón del artista" programa nº56 E.B. (15.02.08)
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