“La maté porque era mía”.
Ésta es una frase que repiten muchos de estos animales que matan a sus parejas, o exparejas, sentimentales. No hay día, en esta España de piel de toro, en el que no veamos en los medios de comunicación nuevos casos de la que se ha denominado “violencia de género”. Y es que, aunque parezca mentira, todavía vive entre nosotros esa España profunda y salvaje que algunos creíamos desaparecida.
Novios, exmaridos o exparejas despechados matan a estas mujeres de las maneras más salvajes y cobardes que uno se pueda imaginar. Unos acaban suicidándose después de cometer estos hechos y otros se entregan a la justicia. Éstos primeros podrían cambiar su manera de actuar, es decir, que primero se suicidaran y así no acabarían con la vida de otras personas.
¿Ha existido siempre esta violencia? Yo creo que sí, si bien es verdad que ahora se airean más estas noticias en los medios de comunicación, que buscan mucho sensacionalismo en sus noticias.
Yo creo que un dato importante a tener en cuenta es el papel de la mujer en nuestra sociedad. Ya que su incorporación al mundo laboral ha permitido que ya no dependa de su pareja económicamente, un derecho por el que han luchado y debemos felicitarnos. Quiero decir con esto que la mujer se liberalizado y ya no aguanta los maltratos, tanto físicos como sicológicos de antaño, y se atreve a dejar a su pareja.
El actual presidente del gobierno se comprometió a luchar contra esta violencia. No discuto su buena voluntad y algunas de las medidas tomadas me parecen correctas. Pero … ¿qué vamos a hacer?, ¿poner un policía por cada uno de estos salvajes?
Pienso que es un problema de muy difícil solución, tal vez haya que hacer un esfuerzo de educación en los colegios para que se eduquen en tolerancia y respeto hacia la mujer.
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