Culminó una bonita relación, una relación de cinco años, con sus buenos y malos momentos que no pueden ahogarse en un mal sabor de boca.
Hubo un día en que una radio apostó por este proyecto, olvidando datos de audiencia, y apostando por una realidad social.
Hubo un día en el que empezó una relación de cinco años.
Ambas partes crecieron y se hicieron fuertes. Nosotros, a nuestra manera, inmersos en la ilusión que nos daba día a día este proyecto fuimos madurando. Ellos, buscando cada día la profesionalidad, se hicieron más fuertes en el panorama radiofónico de la ciudad de Huesca y su provincia.
Pero hace unos días, ellos rompieron unilateralmente esta relación que nos mantenía unidos y que nosotros, quizás utópicamente, creíamos irrompible y duradera.
Diferentes opiniones, diferentes intenciones e intereses les hacen tomar esta decisión y nosotros no podemos sino respetar y aceptarla.
Pero entre nuestros principios está el no reblar y el demostrar de qué somos capaces. Un Bandido de la Hoya no puede caer, y no levantarse, después de recibir tan duro golpe.
Un bandido de la Hoya no hace sino levantarse aún más fuerte y firme y demostrar más de lo que es verdaderamente capaz.
Y esto no es sino un punto y a parte. Pero seguimos escribiendo nuestra historia en otro párrafo, sin perder el fondo que este proyecto representa para todos nosotros. Y seguiremos leyéndolo y haciéndonos oír de una u otra forma. Con, o sin ellos.
Y queda dar las gracias. Gracias por la apuesta mientras duró, gracias incluso por los malos momentos que se dieron y de los que nosotros aprendimos algo.
Incluso gracias por dejarnos así para darnos la oportunidad de renacer y volver a creer, con más fuerza aún si cabe, en este proyecto.
Porque los sonidos del silencio son, siempre, más duraderos que los estruendos de las bombas. Y así, desde ese silencio y anonimato en el que algunos nos creen ahogados, llenamos nuestros pechos de ardor guerrero para seguir asaltando, a quien tenga la sensibilidad de dejarse, porque queremos robarle su corazón.
Hubo un día en que una radio apostó por este proyecto, olvidando datos de audiencia, y apostando por una realidad social.
Hubo un día en el que empezó una relación de cinco años.
Ambas partes crecieron y se hicieron fuertes. Nosotros, a nuestra manera, inmersos en la ilusión que nos daba día a día este proyecto fuimos madurando. Ellos, buscando cada día la profesionalidad, se hicieron más fuertes en el panorama radiofónico de la ciudad de Huesca y su provincia.
Pero hace unos días, ellos rompieron unilateralmente esta relación que nos mantenía unidos y que nosotros, quizás utópicamente, creíamos irrompible y duradera.
Diferentes opiniones, diferentes intenciones e intereses les hacen tomar esta decisión y nosotros no podemos sino respetar y aceptarla.
Pero entre nuestros principios está el no reblar y el demostrar de qué somos capaces. Un Bandido de la Hoya no puede caer, y no levantarse, después de recibir tan duro golpe.
Un bandido de la Hoya no hace sino levantarse aún más fuerte y firme y demostrar más de lo que es verdaderamente capaz.
Y esto no es sino un punto y a parte. Pero seguimos escribiendo nuestra historia en otro párrafo, sin perder el fondo que este proyecto representa para todos nosotros. Y seguiremos leyéndolo y haciéndonos oír de una u otra forma. Con, o sin ellos.
Y queda dar las gracias. Gracias por la apuesta mientras duró, gracias incluso por los malos momentos que se dieron y de los que nosotros aprendimos algo.
Incluso gracias por dejarnos así para darnos la oportunidad de renacer y volver a creer, con más fuerza aún si cabe, en este proyecto.
Porque los sonidos del silencio son, siempre, más duraderos que los estruendos de las bombas. Y así, desde ese silencio y anonimato en el que algunos nos creen ahogados, llenamos nuestros pechos de ardor guerrero para seguir asaltando, a quien tenga la sensibilidad de dejarse, porque queremos robarle su corazón.
Mientras un bandiu siga en pie ….
…. alguien puede robarte el corazón.
…. alguien puede robarte el corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario