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Para todos los que escuchan este programa, sobre todo para las personas discapacitadas, esta es mi opinión:
A veces, sin saber por qué, nacemos o sufrimos un accidente y nos quedamos en silla de ruedas, en cama, ciegas...
Nosotros tenemos también nuestro derecho a trabajar o a ser atendidos por personas capacitadas para este trabajo.
Yo doy gracias porque hace años que encontré Aspace. Es un centro de parálisis cerebral, pero también asisten personas que han tenido un accidente y se han quedado en silla de ruedas.
Gracias a las distintas asociaciones de discapacitados, podemos asistir durante un rato o todo el día a estos centros.
Esto nos hace más y más fuertes, ya que esta lucha por la vida cotidiana, a nuestros padres cada vez les cuesta un poquito más.
Ya sabemos que la provincia de Huesca, como en todas partes está llena de barreras arquitectónicas, pero esto habría que decírselo a los que realmente gobiernan este país. A veces, cuando hay algún bordillo en la acera, más alto de lo habitual, me entran ganas de llamar a uno de ellos y decirle que se siente por un momento en una silla, a ver si le gusta a él. Ya verías qué pronto solucionaba esto de la calle.
Suerte que parece ser que la gente se da más y más cuenta de lo que necesitamos. Ahora es la gente la que nos ayuda. Poco a poco hemos ido ganando amigos que nos conocen. La gente que no nos conoce también nos ayuda.
A veces, sin saber por qué, nacemos o sufrimos un accidente y nos quedamos en silla de ruedas, en cama, ciegas...
Nosotros tenemos también nuestro derecho a trabajar o a ser atendidos por personas capacitadas para este trabajo.
Yo doy gracias porque hace años que encontré Aspace. Es un centro de parálisis cerebral, pero también asisten personas que han tenido un accidente y se han quedado en silla de ruedas.
Gracias a las distintas asociaciones de discapacitados, podemos asistir durante un rato o todo el día a estos centros.
Esto nos hace más y más fuertes, ya que esta lucha por la vida cotidiana, a nuestros padres cada vez les cuesta un poquito más.
Ya sabemos que la provincia de Huesca, como en todas partes está llena de barreras arquitectónicas, pero esto habría que decírselo a los que realmente gobiernan este país. A veces, cuando hay algún bordillo en la acera, más alto de lo habitual, me entran ganas de llamar a uno de ellos y decirle que se siente por un momento en una silla, a ver si le gusta a él. Ya verías qué pronto solucionaba esto de la calle.
Suerte que parece ser que la gente se da más y más cuenta de lo que necesitamos. Ahora es la gente la que nos ayuda. Poco a poco hemos ido ganando amigos que nos conocen. La gente que no nos conoce también nos ayuda.
Esta ha sido mi opinión. Un saludo, vuestra amiga Elena.
"introducción" programa 53 E.B. [18.01.08]
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