miércoles, 14 de noviembre de 2007

"el corazón perfecto" por Lupe Rivas

Un día un joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que el poseía el corazón mas hermoso de toda la comarca.
Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en él ni marcas ni rasguños.
Si, coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubieran visto, todos menos un anciano que se acerco y dijo:
-Tu corazón no es ni siquiera aproximadamente tan hermoso como el mío
Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y estos habían sido reemplazados por otros que no coincidían perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares alrededor. Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos.
La gente se sobrecogió ¿cómo puede decir que su corazón es más hermoso?
El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado se echó a reír.
-Debes estar bromeando, dijo compara tu corazón con el mío, el mío es perfecto, en cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y esta mal formado.
-Es cierto, dijo el anciano, tu corazón luce perfecto pero yo jamás lo cambiaria por el mío.
Mira, cada cicatriz representa a una persona a la que entregue todo mi amor. Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado, muchos a su vez me han obsequiado con un trozo del suyo. Como las piezas no eran iguales, quedaron bordes irregulares, de los que me alegro, porque me recuerdan el amor que hemos compartido. Hubo oportunidades, en las que entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio. Así que quedaron huecos.
El joven y la multitud estaban muy conmovidos. El anciano continuó hablando.
-Dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen por haber quedado abiertas, me recuerdan que sigo amando a ciertas personas, y alimentan la esperanza de que algún día tal vez regresen y llenen el vació que han dejado en mi corazón.
¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente un corazón hermoso?
El joven permaneció en silencio, unas lágrimas humedecieron sus ojos, se acerco al anciano, arranco un trozo de su corazón y se lo ofreció. El anciano lo recibió y lo coloco en su corazón, luego a su vez arranco un trozo del suyo, ya viejo, y con el tapó la herida abierta del joven.
El joven miró su corazón, que ya no era perfecto, pero le hacia sentir mejor que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior.
Mi corazón como el del anciano tampoco es perfecto y para todos vosotros que me escucháis os mando un pedacito de el.
programa 50, "el bandido de oro" [9.11.07]

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